viernes, 1 de marzo de 2019

Técnica, Tecnología e Innovación

INNOVACIÓN TECNOLÓGICA:

Vivimos en un mundo marcado por constantes cambios tecnológicos; basta como ejemplo detenerse a pensar en el teléfono celular por el que suspirábamos el año pasado y el que tenemos o deseamos tener ahora. Las tecnologías de la información y de la comunicación son las que más cambios han tenido en los últimos tiempos.

La aparición de nuevos productos tecnológicos surge de la necesidad del hombre por mejorar productos inventados previamente. La invención es el primer paso en la creación de un producto; luego viene la innovación, que consiste en continuos procesos de mejora que permiten obtener nuevos productos. Es decir, un teléfono celular con GPS, cámara de fotos y video o reproductor de música no hubiera existido nunca si antes alguien no hubiera inventado un simple teléfono celular.

La invención es el paso previo a la creación de una tecnología, el hombre toma esa creación y mediante continuos procesos de mejora (innovación) logra obtener nuevos productos, servicios y métodos que generan un nuevo conocimiento, y a partir de este punto el ciclo comienza nuevamente.

INNOVACIÓN: Es la creación o mejoras de nuevos productos y servicios, en la organización industrial, de manera continua, y orientados al cliente, consumidor o usuario".


LA NATURALEZA DE LA TECNOLOGÍA


Desde que el ser humano apareció sobre la Tierra hay tecnología. De hecho, las técnicas utilizadas en la elaboración de instrumentos se toman como una evidencia contundente de los albores de la cultura humana. En general, la tecnología ha sido una fuerza poderosa en el desarrollo de la civilización, más aún cuando se ha fraguado su vínculo con la ciencia. La tecnología lo mismo que el lenguaje, el ritual, los valores, el comercio y las artes es una parte intrínseca de un sistema cultural y les da forma y refleja los valores del sistema; además, es una empresa social compleja que incluye no solamente la investigación, el diseño y las artes, sino también las finanzas, la fabricación, la administración, el trabajo, la comercialización y el mantenimiento en el mundo actual.

En el sentido más amplio, la tecnología aumenta las posibilidades para cambiar el mundo: cortar, formar o reunir materiales; mover objetos de un lugar a otro; llegar más lejos con las manos, voces y sentidos. El ser humano se sirve de la tecnología para intentar transformar el mundo afín de que se adapte mejor a sus necesidades. Tales cambios pueden referirse a requerimientos de sobrevivencia como alimento, refugio o defensa; o pueden relacionarse con aspiraciones humanas como el conocimiento, el arte o el control. Pero los resultados de cambiar el mundo son con frecuencia complicados e impredecibles; pueden incluir beneficios, costos y riesgos inesperados los cuales pueden afectar a diferentes grupos sociales en distintos momentos. Por tanto, anticipar los efectos de la tecnología es tan importante como prever sus potencialidades.


Diferenciar entre técnica y tecnología
¿Por qué les parece que los resultados de cambiar el mundo son con frecuencia complicados e impredecibles?
¿Por qué dice que la tecnología es una empresa social compleja?
¿Qué dice el texto que incluye la tecnología? ¿Qué opinan?



Los robots del señor Skimt


Cuento publicado el 19 de Agosto de 2007


El señor Skimt era un científico, considerado totalmente loco. La mayor parte del día se encerraba en su laboratorio, haciendo grandes experimentos, que usualmente, eran totalmente copiados de otros científicos. Pero Skimt, como estaba loco, decía que él mismo los creó, pero que los otros científicos le copiaron.


Un día, Skimt se encerró en su laboratorio, y no salió de ahí por el resto del día. Ni siquiera salió para ir al baño, o para comer o tomar su café. Sus amigos, los otros científicos, temieron que se tragara un veneno y hubiese muerto de ataque cardiaco.
Realmente, pasaron como treinta y cuatro horas de que estaba encerrado ahí. Intentaron abrir la puerta, pero no podían. No había ninguna ventana donde asomarse, por lo que pensaron que, de seguro, se habrá asfixiado.
Justo cuando estaban por llamar a la policía y los bomberos, la puerta del laboratorio se abrió. Apareció el señor Skimt, cansado, pero feliz.
Detrás de él iban tres robots. No tenían la clásica forma de un robot. Más bien, parecían tres niños, porque tenían hasta la piel de un humano. Skimt explicó a sus colegas que esos robots eran androides. Parecían humanos, porque hasta tenían inteligencia propia. Pero fueron diseñados exclusivamente para recibir órdenes.
- ¿De dónde sacaste los instrumentos para crearlos?- dijo uno de sus colegas.
- Es un secreto. No quiero que nadie más copie mis ideas, al menos, no por esta vez- dijo Skimt, mientras salía de ahí, muy orgulloso por sus robots.
Los científicos se enojaron. Sabían que no merecían ser tratados así. En primer lugar, estaban bastante preocupados por lo que podría pasarle a Skimt. En segundo lugar, ya había gente que creó robots casi humanos, como los androides. En tercer lugar, los androides no son de fiar. Sabían que, al adoptar una inteligencia propia, podían razonar y armar una rebelión en contra de los humanos. Debían hacer algo para asegurarse de que eso mismo no pasara con los robores del señor Skimt.
Skimt no parecía preocuparle nada de eso. Más bien, se sentía orgulloso por ocurrirle una idea tan “original”, como hacer androides para que le hagan sus quehaceres domésticos. Ellos eran los que le barrían los pisos del laboratorio, limpiaban sus ropas, sus utensilios, sacudían el polvo... en fin, le facilitaban al científico todo eso que él ya no podía hacer, a causa de la avanzada edad que tenía.
Los robots, en ningún momento, dijeron ninguna palabra. Skimt se dio cuenta de que se olvidó de ese detalle. Así que, un día, volvió a encerrarse en el laboratorio. Tuvo que desactivar a los robores, para poder abrirles las gargantas, y así, implantarles un dispositivo que les permitiera hablar.
Cuando terminó, los robots aprendieron a hablar. Imitaban todas las palabras que los demás decían, para luego, formar ellos mismos sus propias oraciones. Skimt les puso nombre a cada uno, para que se los aprendieran. Así que uno se llamó Juan, el otro José y el otro Julio. Eran nombres fáciles, por lo que los robots se los aprendieron rápido, y sin complicaciones.
Pasó el tiempo, y nadie más oyó hablar del señor Skimt. Los científicos se volvieron a preocupar. Ya se sabe que era un hombre insoportable y que estaba loco de remate, pero era un gran amigo, y solo él les incentivaba a que nunca se cansaran de descubrir algo nuevo, para hacer avanzar la ciencia.
Uno de los científicos, el más joven del grupo, encontró el laboratorio de Skimt abierto. Se atrevió a entrar, y vio la escena más horrible de toda su vida: el señor Skimt estaba tendido en el suelo, con el estómago y las tripas fuera de sus vientres. Al lado de él, estaban los tres robots, con un cuchillo cada uno.
El joven científico, que se llamaba Arthur, corrió con la velocidad del viento. Tuvo suerte de que esos robots no lo viesen, porque o si no, el que tendría las tripas afuera sería él.
Le contó lo que pasó a sus colegas, y ellos, al principio, no le creyeron. Pero entonces, se fueron al laboratorio de Skimt, para ver lo que sucedía.
También lo encontraron, pero esta vez, ya no tenía ni las tripas ni el estómago. Solo un gran agujero en el vientre. Los tres robots tampoco se encontraban. Pero vieron unas huellas de sangre, que se dirigían a la puerta.
Las huellas eran pequeñas, como las de un niño. Entonces, supusieron que realmente fueron los robots los que hicieron eso. Siguieron las huellas, pero apenas salieron de la puerta, vieron un balde de sangre y agua. De seguro, los robots se limpiaron los pies, antes de salir completamente del lugar.
Días después, Arthur leía el diario, y luego, soltó un grito de horror. Los otros científicos le preguntaron qué le pasaba, y él les leyó la noticia que temieron durante todo el tiempo:
La ciudad teme nuevos incidentes
Dos niños, cuatro hombres y tres mujeres fueron asesinados en la plaza pública.
Se teme que esto sea obra de un grupo de asesinos, que por un extraño motivo, mató a estas personas.
Nadie sabe cómo ocurrió. Unos jóvenes que jugaban hasta tarde en la plaza encontraron los tres cuerpos en un arenero, boca arriba y con las tripas fuera de sus vientres. Los niños tenían las cabezas destapadas, por lo que se podía ver que sus cerebros fueron arrancados del mismo, al igual que sus ojos y algunos nervios de la cabeza.
Uno de los jóvenes dijo: “me parecieron ver tres criaturas al lado de los cuerpos, pero no puedo estar seguro. Creo que uno de ellos llevaba una bolsa llena de sangre, pero la verdad, como era de noche y no había ningún faro en el lugar, no pude ver nada” así mismo, afirmó que nunca antes vio algo como eso.
La ciudadanía está aterrorizada. Temen que ocurran nuevos incidentes como esos. La policía pide calma a los ciudadanos, y también dicen que encontrarán a los culpables del incidente.
Los familiares de las víctimas afirman que ellos salieron a la mañana, ya sea para ir al colegio o para ir al trabajo, pero dicen que estaban bastante preocupados porque no regresaban a sus casas. Pidieron a la policía para que los buscara, y cuando encontraron estos cuerpos, las víctimas los reconocieron. Solo a los niños tuvieron que hacerle un análisis de ADN, por estar irreconocibles.
Así mismo, los familiares piden a las autoridades más seguridad en el pueblo, y también que castiguen a los culpables.





¿Cuál es el final del cuento? ¿Por qué piensan que hicieron eso los robots?
¿Qué consecuencia tiene dicha tecnología?
¿Qué otro final podría tener el cuento? Escríbelo
¿Cuál fue el paso previo de Skimt para su invento? Utiliza solo una palabra para definirlo



UNA FABULA SOBRE LA INNOVACIÓN EN LA EMPRESA


La palabra innovación parece haberse convertido en una suerte de mantra que nuestros directivos repiten una y otra vez sin muchas veces entender realmente de qué hablan… y sobre todo, cómo potenciar una cultura de innovación en la empresa.


Esta fábula, que se me ocurrió a raíz de una historia que escuché, creo que ilustra cómo solemos entender la innovación en las organizaciones, y algunas de las reacciones más habituales…


“Érase una vez una aldea situada en un isla perdida cerca de un país remoto. Las historias cuentan que su fundador, el venerado anciano Zabu, había llegado a la zona en un momento de necesidad, tras naufragar su barco y perder a buena parte de la tripulación.


Al llegar a tierra el grupo se había maravillado al contemplar el exuberante paraje, lleno de frondosos matorrales y rico en muchos tipos de fruta y animales… no les faltaría alimento.


El grupo deambuló sin rumbo durante varios días en busca de un lugar donde establecerse. El viaje era duro, ya que el grupo tenía que apartar laboriosamente la espinosa maleza para avanzar. Las provisiones comenzaron a escasear, y una mañana Zabu, al llegar a un claro despejado anunció que iba a partir en busca de una fuente de agua, ya que si no el grupo no aguantaría muchos más días.


Tres días después, cuando ya todos lo daban por muerto, apareció lleno de cortes y arañazos anunciando que había descubierto un pozo a un día de camino de la aldea, y que había despejado el sendero. Toda la aldea festejó la noticia, pues el hallazgo garantizaba su supervivencia.


Con el tiempo, lo que había sido un sendero difícilmente visible y lleno de espinosa maleza se fue convirtiendo en un camino despejado, ya que cuanta más gente lo recorría más fácil resultaba hacerlo.


Cincuenta inviernos pasaron, y la aldea prosperó. Era la mañana en la que la aldea celebraba que el joven Iwala abandonaba su niñez y se convertía en adulto, así que se le encomendó la tarea de ir a recoger agua del pozo, como era tradicional. Iwala era un joven despierto y curioso, y tras varios días de acarrear los cubos por el sendero que iba al pozo y hacer algunas exploraciones, se armó de valor y fue a hablar con el jefe de la aldea (su fundador hacía años que había dejado éste mundo)


· Creo que el sendero que utilizamos para llegar al pozo es demasiado largo y enrevesado. He estado dándole vueltas, y creo que podría encontrar uno más corto


El jefe lo miró con cierto aire de suficiencia y le espetó:


· ¿Por qué te dedicas a perder el tiempo? El sendero que tenemos es bueno, y no necesitamos que un joven inexperto se dedique a idear fantasías. ¿Acaso te crees mejor que nuestro fundador?


· No, sólo creo que podríamos tardar mucho menos… – explicó el joven cohibido.


· Además, hace unos años hubo otro como tú que lo intentó y no hizo más que perder el tiempo…


· Pero quizás eran diferentes las circunstancias o el entorno–contestó con valentía Iwala.


· Bueno, si tan listo te crees, demuéstralo… pero no tendrás ayuda de ninguno de los hombres de la aldea. Busca tú solo ese nuevo sendero.


A la mañana siguiente el joven se dirigió resuelto a uno de los extremos de la aldea con su machete y comenzó a despejar un sendero. Sus conciudadanos lo observaban con una mezcla de burla y extrañeza, increpándole:


· ¿Por qué te dedicas a perder el tiempo si ya hay una forma de llegar al pozo?… Estos jóvenes con tal de cuestionarlo todo….


El joven desoyó los comentarios y se esforzó en la tarea día y noche, hasta que acabó por despejar un camino que llegaba al pozo en apenas unas horas. Aunque había trabajado duro, todavía era un sendero angosto y repleto de ramas que se trababan en la ropa.


Fue a anunciar su hazaña al jefe del poblado, que con una mirada escéptica acompañó a Iwala al inicio del sendero. Tras contemplarlo, dijo:


· Aunque sea como tú dices y hayas encontrado un camino más corto, es incómodo y estrecho… Tú puedes hacer lo que quieras, pero la aldea seguirá utilizando el que despejó nuestro fundador Zabu, tal como se ha hecho toda la vida.


El joven abatido le contó la conversación a su mejor amigo. Inmediatamente éste decidió que a partir de ahora ambos irían a recoger agua por el nuevo sendero. Su ejemplo empezó a cundir entre otros jóvenes, que se decidieron a usar la nueva ruta. Ya no era tan incómodo, puesto que el paso de los jóvenes había aplastado algunas de las espinosas ramas que anteriormente lo plagaban.


Una mañana, una mujer anciana, en lugar de mirar con superioridad a los inexpertos jóvenes que transitaban por el nuevo sendero, admiró su valentía y se decidió a recorrerlo ella misma. A la mañana siguiente decidieron hacerlo dos de los consejeros del jefe que habían asistido escépticos a la proeza… y a los pocos días, sin grandes anuncios ni aspavientos, toda la aldea estaba utilizando el nuevo sendero, y palmeando en la espalda al joven que lo despejó.


Con el tiempo, el nuevo sendero se convirtió en un amplio y despejado camino que utilizaba toda la aldea para ir a por agua… y el anterior fue inundado por la maleza.


Me parece que éste tipo de situaciones se repiten habitualmente en nuestras empresas… en el próximo artículo, analizaremos en detalle cómo implantar una cultura de innovación en la empresa.


¿QUE OPINAS? ¿HAS VIVIDO SITUACIONES SIMILARES?




Trabajo Práctico

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